- Sé solidario y ayuda a los demás: No debe ser un hecho puntual, debes serlo todo el año. Deja a un lado tus propios intereses y presta atención a las carencias del resto, sin recibir nada a cambio. No nos referimos solo a ayuda económica o material, existen otras necesidades afectivas, morales o sociales.
- Rodéate de gente positivas y sonríe: Las personas emitimos energía positiva y negativa. Aléjate de aquellas que solo buscan problemas y están quejándose constantemente. Céntrate en las que saquen lo mejor de ti y en las que te ayudan a conseguir tus objetivos.
- Desmitifica el éxito: La mayoría de la sociedad relaciona felicidad con ganar una gran cantidad de dinero, conseguir una posición en la empresa, vivir en una casa de ensueño... Hay que ser ambicioso en su justa medida. La posesión de bienes materiales o un terminado estatus social es algo efímero. La verdadera felicidad está en el mero hecho de vivir.
- Vive el presente: Pasamos gran parte de nuestra vida entre el pasado y el futuro sin valorar lo que verdaderamente importa: el presente. No pierdas el tiempo regocijandote en los lamentos o recuerdos del pasado, ni soñando con lo que podrá ocurrir. Disfruta del ahora. Baila, ríe, llora, enamórate... Rompe con la zona de confort porque queda demasiado por descubrir
- Acéptate tal y como eres: Si no te quieres, difícilmente podrás ser feliz. Eres como eres con tus defectos y virtudes, por ello te mereces disfrutar de las cosas buenas de la vida. Una buena autoestima significa respetarse a uno mismo, defenderse tanto de quien hace daño como de los propios pensamientos.
- Aléjate de una vida sedentaria: Al principio lo pasarás muy mal, después disfrutarás de una sensación de felicidad. Cuando practicas deporte tu cuerpo libera endorfinas, hormonas que generan bienestar y te hace más feliz.
Fuente: MUJERHOY
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